Friday, February 22, 2013

El mentiroso...


Por Ana Salazar Cabarcos

La mentira es el escudo de los cobardes, el arma de los embusteros, el juguete de los traidores. La mentira se anida en las almas vacías, en los corazones que sólo son un trozo de víscera, en las cabezas retorcidas. La historia de un mentiroso es mitad verdad y mitad fantasía,  una película de ficción en donde la imaginación no tiene fin.

La mentira es una soga que el mentiroso se enrolla en el cuello lentamente: es tan tonto que no acepta que su misma soga terminará por ahorcarlo, en un auto-ahorcamiento de lo más estúpido.

Lo que al principio es un juego divertido, osado y que provoca efímeros triunfos, pasa a convertirse en un laberinto lúgubre, en un callejón sin salida, en un limbo sórdido y frío.

Este ser humano que carece del sentido de la verdad, usa la lengua como navaja; hiriendo con sus infamias, destruyendo a su paso la alegría, el amor, vidas mismas, como un gigante que con pasos de acero aplasta a las diminutas flores de colores que por desgracia se cruzaron en su camino.

No sabe de Dios, pues manipula Su nombre a conveniencia.

No tiene lágrimas, sólo agua fétida que emana de unos ojos que no aguantan la mirada, que son la ventana de un alma seca.

Es la eterna víctima, jamás tendrá el valor de reconocerse como victimario. No conoce la libertad, pues su mente,  cuerpo y espíritu son esclavos de los monstruos que él mismo ha creado. Vive con miedo a ser descubierto, con la zozobra de que su mundo irreal, tan frágil y tan falso,  sea desbaratado de un soplido.

Las piernas que sostienen a un mentiroso son la soberbia y el orgullo, por eso su futuro es caminar con paso firme hacia el abismo, y caer,  desbaratarse, romperse en mil pedazos.Y ni aún así terminará  la historia de un mentiroso, ya que sus secuelas permanecerán en los niños y niñas que se hagan adultos, en las mujeres que se hagan viejas, en los amores que fueron truncados, en las sonrisas que fueron pintadas de llanto.




2 comments:

  1. Nunca he conocido a nadie así, pero del modo que tú le describes este personaje (quizá de ficción, quizá no) parece muy real. Sólo quisiera comentar que el mentiroso crónico suele ser también un hombre de tendencias sociópatas y que en todo sociópata hay un rasgo fundamental que es la mentira crónica, en particular en los criminales. La mentira es algo terrible y tremendo cuando es por sistema. Jesucristo describió a Satanás como "el padre de La Mentira", fijate que no dijo "de la maldad" sino de la mentira. Han habido hasta obras de teatro sobre el tema del mentiroso: Le Menteur, basado en La Verdad Sospechosa, del autor novohispano Juan Ruiz de Alarcón, tu paisano.

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