Monday, June 25, 2012

El juego

El juego
Por Ana Salazar Cabarcos

Tus ojos retan  mi deseo,
con tu sonrisa malvada me provocas,
acaricias con la mirada,
me tocas con la vista y me dejo.

Dices mi nombre
Y se me antoja un beso,
me acerco,
tú me castigas quedándote quieto,
me alejo,
empieza de nuevo el juego.

Acaricias tu pelo, negro,
tu hermoso pelo,
vuelve la sonrisa malvada;
la que provoca,
y yo temo acercarme,
me quedo quieta,
te acercas,
te alejo,
me tomas,
me dejo,
y así eternamente jugamos a eso.


Contemplándote


Contemplándote
Por Ana Salazar Cabarcos

Entra la tenue luz de los primeros rayos del sol,
y tu cuerpo yace tendido sobre sábanas blancas,
todo es silencio,
sólo se escucha el aire que sale suavemente de tus pulmones.
Me pierdo contemplándote,
con la mirada acaricio tu piel,
que debe estar tibia,
que aún huele a mí….
Tus labios entre abiertos me llaman quedito;
aunque tú no lo sientas porque duermes,
pero yo lo sé.
Con la mano voy recogiendo los besos
que me sembraste palmo a palmo,
y entonces empiezo a sentir que quiero estar junto a ti;
me acurruco a tu lado,
el corazón late deprisa y  despiertas…
las sábanas forman remolinos,
sube la marea:
nos ahogamos en la inmensidad de mi cama.


MOMO

Momo
Por Ana Salazar Cabarcos


¡Momo, Momo de mi vida!
Todos se han ido y tú sigues aquí,
como un ángel
detrás de la puerta cuidando mí sueño,
secándome las lágrimas
con tu hermoso cabello de miel, de oro.

Me escondo dentro de tus enormes ojos,
para que la tristeza nunca me encuentre.
Ellos son la entrada a un  paraje mágico,
en el que todo es verde,
de bellas flores;
allí  las hadas tienen su casa,
es el lugar en donde las orugas se visten de mariposas,
el agua se pinta de azul,
a donde se van a peinar las sirenas.

Tus pequeñas manos son un recinto de paz,
el olor de tu inocencia me embelesa,
me cautiva,
con voz divina rompes el silencio,
traviesa libélula,
mi niña traviesa…

Tu amor es lo único que tengo,
mi tesoro más sagrado,
eres mi puerto,
mi luz,
toda la razón de mi existir…