Friday, June 14, 2013

¿Cómo le doy una mala noticia?


© 2013 Anna Salazar Cabarcos

Me encontraba entretenida regando mi pequeño pero bien cuidado jardín, después de haber cortado los botones marchitos del rosal. A las 11 de la mañana el sol coqueteaba con el cielo haciéndolo tibio; más tarde irían entrando en confianza hasta llegar a una pasión calcinante.

De pronto, alguien interrumpió el acicalamiento de las flores, la faena de las hormigas, la ruta aérea de las mariposas… traía la cara sombría, me veía con lastima, temía decir palabras. Rápido, queriendo salir lo más pronto posible de mi casa, se apuró a decirme que él, había muerto.

No sé qué fue lo que siguió después, no recuerdo si se fue de inmediato o se quedó por unos instantes allí, viendo como yo me aferraba a la rama del rosal sin sentir que las espinas, me atacaban cual cuchilladas, haciendo sangrar la palma de mi mano.

Ahora el problema era cómo darle la noticia para no lastimarlo: a ese que a veces es demasiado bonachón, otras un poco amargado y por las experiencias vividas, se volvió desconfiado. Tuve que hacerlo.

Toqué despacito y abrí la puerta de mi pecho. Allí estaba él, al fondo del tórax sentado en un hermoso y confortable sillón. Fumaba un purito cubano, relajado, pensativo.


-Hola –le dije tímida- ¿puedo hablar contigo unos instantes?

-¡Claro! -respondió sin mirarme- Tu rosal ha crecido mucho… ¡cómo me gusta cuando pones sus rosas blancas en el jarrón de la habitación!

- Tengo algo que decirte…

- ¿Sabes? Cuando lo trajiste a casa en una macetita y se llenó de plaga, creí que no se salvaría ¡eres buena para la jardinería! ¡Y el tulipán! ¡Que flores, Dios mío!

- No vine a hablar de flores contigo –lo interrumpí.

- Habla, pués… -muy serio aspiró del puro, que puso al rojo vivo su cola de tabaco.

- Él ha muerto…



Me quedé unos instantes parada esperando una reacción: llanto, enojo, tristeza, unas palabras, algo… pero nada, sólo miraba fijamente a través de una ventana por la que se veía un hermoso bosque con tonos rojos. Me cansé de esperar y me recargué en las costillas, hasta que por fin volteó la cara y me miró fijamente.

-        A los muertos no se les llora dos veces - dijo-, hace algunos años murió para mí, sentí que el mundo se derrumbaba, creí que me detendría, no encontraba razón para continuar trabajando por unas vísceras que furiosas me lanzaban veneno, para un cerebro desquiciado, para unos brazos y piernas sin rumbo, para unos ojos que sólo servían para llorar. Mira -se levantó del sillón y subió la camisa, me enseñó varias cicatrices en su torso-, no te imaginas cuánto dolor me causaron éstas heridas, pero hoy están cerradas, perfectamente cerradas.

-        Entonces ¿qué debo hacer? -pregunté totalmente confundida.

-        Vive con alegría… -se acercó más a mí y me tomó de ambas manos, miró directamente a mis ojos con ternura- Solo vive y lucha por ser feliz, has que me respeten y se la dueña de tu universo, nunca más le entregues las riendas de tu vida a nadie… ¡ah! Y no lo olvides: a los muertos no se les llora dos veces.

Nos fundimos en un abrazo: él beso mi mejilla y yo su ventrículo derecho. Era tiempo de retirarme, regresó al sillón, agarró el purito cubano y lo revivió de una profunda aspiración. Su mirada retornó al bosque rojo, sentado allí con su bata de satín color purpura parecía un poeta, de esos locos que escriben lo que viven y lo que no, como mágicos camaleones  que son.

-¡Hasta pronto señor corazón!-  Cerré las puertas del tórax y retorné a mi labor en el jardín, recogí un gran ramo de rosas blancas y lo coloqué en un jarrón.







4 comments:

  1. Me encanto!!! y ese corazón tiene razón en muchas cosas 1ro siempre lo sabe aunque no quiera aceptarlo, 2do debemos de cuidarlo como el mas preciado tesoro y no exponerlo o e esa formas nos estamos privando e vivir experiencias increibles? que sera lo mejor atreverse y arriesgarse o simplemente vivir cuidando nuestra tranquilidad.

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  2. Lo mejor es atreverse y arriesgarse pero... no volver a caer en los mismos errores y peor aun, dejar nuestra felicidad en manos ajenas. Ser felices es una responsabilidad personal y cuando alguien sale (o lo sacas jajaja) de tu vida, sale para siempre, la gente que se queda parada en mitad del pasillo solo estorba...no deja entrar a mejores seres humanos a tu vida!

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  3. Bella reflexión!!! Quién se detiene a hablar con su propio corazón acerca de todas la penurias de la vida y sin dejarse llevar por el arrebato que causa el placer de decirse amad@. Deberíamos de sentarnos de vez en cuando junto a él y analizar las situaciones que se van presentando en esta historia llamada VIDA. Gracias por seguir deleitándonos con tus letras.

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